Doña Conchita del Moral fue la causa que me llevó a gritar por tercera vez aunque en esta entrada mostraré las dos ocasiones en las que le contesté a sendas publicaciones también por la vía del periódico.
Leí su carta el 26 de Febrero del pasado año mientras almorzaba en el bar de todos los días y fue la primera de las muchas que luego me dejaron una horrible sensación en el estómago de hecho cuando hablo de ellas con amigos suelo decirles “era una de esas cartas que luego las llevas todo el día en la tripa”. Le contesté dos días después. Hoy me doy cuenta de que las cartas que escribí contestando a Doña Concha me salieron como de carrerilla, sin ningún tipo de esfuerzo, juraría que ni siquiera las retoqué. Mientras en la web su carta recibía 6 votos con una valoración de una estrella sobre 5, la redactada por estas manos obtuvo 20 votos alcanzando los 4.5 sobre 5. El sentido común se había inclinado hacia el pensamiento más razonable. No esperaba respuesta y no llegó.
Esta pobre mujer, porque no hay otro modo educado de llamarla escribió en varias ocasiones a lo largo de varios meses y aún hoy sigue ejerciendo su derecho (a ella no se le veta) posicionándose claramente hacia el lado católico más cercano a lo irracional, suponiendo que exista un lado racional del que personalmente no tengo constancia. Sentí la tentación en alguna ocasión de rebatirle pero no encontré substancia suficiente en sus escritos que me empujara a exponer mi visión sobre sus temas ya que en sus opiniones no me sentía herida ni creí que pudiesen hacer daño a nadie más allá de la oposición de pensamiento.
Y llegó por fin de su mano siete meses después otra de esas cartas que luego las llevas todo el día en la tripa aunque en este caso fue más una frase la que se me hincó entre cardias y píloro, cuanto daño pueden hacer tan pocas palabras, hasta que solté mi escrito y me liberé.
Así me siento cuando contesto a determinados pseudocerebros de esta ciudad, no necesito ver publicada la carta, la liberación es anterior. Llega cuando lo suelto todo, la miro, la leo, la modifico, la releo y la envío a un selecto grupo de familiares y amigos que voy alternando para no cansar demasiado y recibir distintos puntos de vista. Entonces respiro, me dejo caer contra el respaldo y pienso, ya pasó. Ha de pasar una noche para enviarla a la dirección del Diario Altoaragón. El sueño resetea mis emociones de forma renovadora y almacena lo aprendido durante el día con cuidado de hacer una copia de seguridad para no perderlo nunca. Entonces, al dia siguiente, vuelvo a abrir el archivo y la analizo con un sentimiento diferente al del día anterior, más como lectora que como quien la escribe, las últimas pinceladas y "a por ellos".
Con la publicación llega el orgullo, y el saber que el mensaje está llegando una vez más al receptor haciendo cómplices del enfrentamiento dialéctico y emocional a un puñado de lectores. Deduzco pues de todo esto que la censura de la última carta me produce rabia por un lado y una herida en mi orgullo por otro. No he podido llegar al receptor porque el mensaje que yo envié se ha encontrado con mucho ruido de por medio y me doy cuenta de que en gran parte no estaba en mi mano hacerlo llegar. Decepcionante.
Volviendo a la pobre Doña Concha y a su prisma averiado a través del cual cree ver el mundo solo queda decir que volví a arrasar en cuanto a votación y puntuaciones. Puedo parecer competitiva de hecho lo soy, no me gusta perder, lo llevo mal, así que hago grandes esfuerzos para ganar. Y este blog es otro de ellos. He perdido un insignificante enfrentamiento, no por ello menos importante para mi, pero no van a callar mi boca porque ellos decidan que no "pueden" publicar mis opiniones. Ya me las publico yo solita, gracias, soy autodidacta, autosuficiente y autocojones así que ala, a engañar a otro bobo que conmigo se acabó la fiesta.
Espero no aburriros, os dejo hasta otra nueva entrada. Besos a todos y no dejéis de gritar, el mundo necesita oíros y yo también.
yo he leido todas tus carta al altoaragón, desde la primera y tienes razon en todo, pero es una pena que a estas alturas sigan vetando a gente, ( ami tio, q escribio contra el obispo, a la segunda lo censaron)
ResponderEliminaryo creo q la solución es dejar de comprar y de leer ese tebeo,q llaman periodico, porq para leer sandeces siempre hay tiempo y la verdad q el apartado de opinion, con Conchita quema los ojos al leerlo.
si hacemos boicot, aki estoy yo para apoyarlo!!!
Sigue escribiendo, me encanta....
Bss wapa
Me encanta lo que escribes y como lo escribes, la verdad que de momento estoy de acuerdo contigo, y que sepas q si algun día no lo estoy tb te lo dire, porque en la variedad esta el gusto, y poder debatir contigo algun tema seguro que me sube la adrenalina. BESOS y hasta otro post.
ResponderEliminar